Premisas — Los adventistas del séptimo día, en el contexto de sus creencias básicas, reconocen que:
1. Dios es el Creador y Sustentador del universo animado e inanimado.
2. Él creó a los seres humanos perfectos, a su propia imagen, con el poder de pensar, elegir y realizar.
1. Dios es el Creador y Sustentador del universo animado e inanimado.
2. Él creó a los seres humanos perfectos, a su propia imagen, con el poder de pensar, elegir y realizar.
3. Dios es la fuente de todo lo que es verdadero, bueno y bello, y escogió revelarse a la humanidad.
4. Los seres humanos, por su propia elección, se rebelaron contra Dios y cayeron en un estado de pecado que los separó de Dios y unos de otros, afectando al planeta entero y precipitándolo en el conflicto cósmico entre el bien y el mal. A pesar de todo, el mundo y los seres humanos todavía revelan, aunque pálidamente, la bondad y belleza de su condición original.
5. La Divinidad enfrentó el problema del pecado a través del plan de redención. Este plan tiene como objetivo restaurar a los seres humanos a la imagen de Dios y llevar al universo a su condición original de perfección, amor y armonía.
6. Dios nos invita a elegir su plan de restauración y a relacionarnos con este mundo en forma creativa y responsable hasta que él intervenga en la historia y establezca el nuevo cielo y la nueva tierra prometidos en su Palabra.Filosofía.- La filosofía adventista de la educación es cristocéntrica. Los adventistas creen que, bajo la dirección del Espíritu Santo, el carácter y los propósitos de Dios pueden ser conocidos, tal como están revelados en la Biblia, en Jesucristo y en la naturaleza. Las características distintivas de la educación adventista, derivadas de la Biblia y de los escritos de Elena de White, apuntan hacia el objetivo redentor de la verdadera educación: restaurar a los seres humanos a la imagen de su Creador.
Los adventistas del séptimo día creen que Dios es infinito en amor, sabiduría y poder. Y que se relaciona con los seres humanos de forma personal, presentando su carácter como la norma esencial para la conducta humana y su gracia como el medio de restauración.
Los adventistas reconocen que los motivos, los pensamientos y el comportamiento humanos están por debajo del ideal de Dios. La educación, en su sentido más amplio, es el medio para restaurar la relación original de los seres humanos con Dios. Trabajando juntos, el hogar, la escuela y la iglesia cooperan con los agentes divinos en la preparación de aprendices de una ciudadanía responsable en este mundo y en el mundo venidero.
La educación adventista transmite más que conocimiento académico. Promueve el desarrollo equilibrado de la persona como un todo: espiritual, intelectual, físico y social. Su dimensión en el tiempo es la eternidad. Busca desarrollar una vida de fe en Dios y respeto por la dignidad de todos los seres humanos; edificar caracteres semejantes al Creador; estimular a pensar en lugar de ser simples reflectores del pensamiento de otros; promover el servicio por amor en lugar de la ambición egocéntrica; asegurar el máximo desarrollo del potencial de cada individuo; y adoptar todo lo que es verdadero, bueno y bello.
Objetivo y misión.- La educación adventista prepara a las personas para ser útiles y felices, vidas plenas que promueven la amistad con Dios, el desarrollo integral de la persona, los valores fundamentados en la Biblia y el servicio altruista, de acuerdo con la misión adventista del séptimo día al mundo.
EL PAPEL DE LAS ESCUELAS, FACULTADES Y UNIVERSIDADES ADVENTISTAS
Los agentes adventistas de educación mencionados arriba están establecidos y en funcionamiento. Las secciones restantes de este documento muestran la relación de la filosofía adventista apenas con la instrucción. Las relaciones con otras agencias todavía tienen que ser descubiertas.
Componentes fundamentales:
1. Estudiante. Como hijo de Dios, el estudiante es el objeto del esfuerzo educativo como un todo y, como tal, debería ser amado y aceptado. El propósito de la educación adventista es ayudar a los estudiantes para que desarrollen al máximo su potencial y cumplan el propósito de Dios para su vida. La respuesta del estudiante se constituye en un significativo criterio orientador para la evaluación de la salud y eficiencia de la escuela.
2. Profesor. Su papel es fundamental. Idealmente, el profesor debería ser un cristiano adventista comprometido y modelo de gracia cristiana y competencia profesional.
3. Conocimiento. Todo aprendizaje está basado en la fe y en un determinado conjunto de presuposiciones o visión mundial. La visión mundial del cristianismo acepta lo sobrenatural y también el orden natural. La definición adventista de conocimiento comprende más que el conocimiento intelectual y científico. El verdadero conocimiento incluye elementos cognoscitivos, experimentales, emocionales, de relación, intuitivos y espirituales. La adquisición del verdadero conocimiento lleva a la comprensión manifestada en la sabiduría y en la debida acción.
4. Currículo. Este promoverá la excelencia académica e incluirá la esencia de los estudios generales necesarios a la formación de ciudadanos responsables dentro de una determinada cultura, juntamente con la visión espiritual que forma el vivir cristiano y edifica la comunidad. Tal ciudadanía incluye el aprecio por la herencia cristiana, la preocupación por la justicia social y el cuidado del medio ambiente. El currículo equilibrado e integrado comprenderá las principales necesidades del desarrollo de los reinos espiritual, intelectual, físico, social, emocional y vocacional. Todas las áreas de estudio serán examinadas a partir de la perspectiva de la visión bíblica mundial en el contexto del gran conflicto.
Los adventistas del séptimo día creen que Dios es infinito en amor, sabiduría y poder. Y que se relaciona con los seres humanos de forma personal, presentando su carácter como la norma esencial para la conducta humana y su gracia como el medio de restauración.
Los adventistas reconocen que los motivos, los pensamientos y el comportamiento humanos están por debajo del ideal de Dios. La educación, en su sentido más amplio, es el medio para restaurar la relación original de los seres humanos con Dios. Trabajando juntos, el hogar, la escuela y la iglesia cooperan con los agentes divinos en la preparación de aprendices de una ciudadanía responsable en este mundo y en el mundo venidero.
La educación adventista transmite más que conocimiento académico. Promueve el desarrollo equilibrado de la persona como un todo: espiritual, intelectual, físico y social. Su dimensión en el tiempo es la eternidad. Busca desarrollar una vida de fe en Dios y respeto por la dignidad de todos los seres humanos; edificar caracteres semejantes al Creador; estimular a pensar en lugar de ser simples reflectores del pensamiento de otros; promover el servicio por amor en lugar de la ambición egocéntrica; asegurar el máximo desarrollo del potencial de cada individuo; y adoptar todo lo que es verdadero, bueno y bello.
Objetivo y misión.- La educación adventista prepara a las personas para ser útiles y felices, vidas plenas que promueven la amistad con Dios, el desarrollo integral de la persona, los valores fundamentados en la Biblia y el servicio altruista, de acuerdo con la misión adventista del séptimo día al mundo.
EL PAPEL DE LAS ESCUELAS, FACULTADES Y UNIVERSIDADES ADVENTISTAS
Los agentes adventistas de educación mencionados arriba están establecidos y en funcionamiento. Las secciones restantes de este documento muestran la relación de la filosofía adventista apenas con la instrucción. Las relaciones con otras agencias todavía tienen que ser descubiertas.
Componentes fundamentales:
1. Estudiante. Como hijo de Dios, el estudiante es el objeto del esfuerzo educativo como un todo y, como tal, debería ser amado y aceptado. El propósito de la educación adventista es ayudar a los estudiantes para que desarrollen al máximo su potencial y cumplan el propósito de Dios para su vida. La respuesta del estudiante se constituye en un significativo criterio orientador para la evaluación de la salud y eficiencia de la escuela.
2. Profesor. Su papel es fundamental. Idealmente, el profesor debería ser un cristiano adventista comprometido y modelo de gracia cristiana y competencia profesional.
3. Conocimiento. Todo aprendizaje está basado en la fe y en un determinado conjunto de presuposiciones o visión mundial. La visión mundial del cristianismo acepta lo sobrenatural y también el orden natural. La definición adventista de conocimiento comprende más que el conocimiento intelectual y científico. El verdadero conocimiento incluye elementos cognoscitivos, experimentales, emocionales, de relación, intuitivos y espirituales. La adquisición del verdadero conocimiento lleva a la comprensión manifestada en la sabiduría y en la debida acción.
4. Currículo. Este promoverá la excelencia académica e incluirá la esencia de los estudios generales necesarios a la formación de ciudadanos responsables dentro de una determinada cultura, juntamente con la visión espiritual que forma el vivir cristiano y edifica la comunidad. Tal ciudadanía incluye el aprecio por la herencia cristiana, la preocupación por la justicia social y el cuidado del medio ambiente. El currículo equilibrado e integrado comprenderá las principales necesidades del desarrollo de los reinos espiritual, intelectual, físico, social, emocional y vocacional. Todas las áreas de estudio serán examinadas a partir de la perspectiva de la visión bíblica mundial en el contexto del gran conflicto.
5. Programa. El programa desarrollado en el aula enfatiza debidamente todas las formas del verdadero conocimiento, integrando a propósito la fe y el aprendizaje. La metodología educacional incorporará activamente las necesidades y habilidades de cada estudiante, dándole la oportunidad de poner en práctica lo aprendido, teniendo en cuenta lo que es apropiado a la disciplina y cultura.
6. Disciplina. En la escuela cristiana la disciplina tiene como objetivo restaurar la imagen de Dios en cada estudiante, reconociendo la libertad de la voluntad y la actuación del Espíritu Santo. La disciplina, que no puede ser confundida con castigo, busca desarrollar el dominio propio. En la disciplina redentora participa la voluntad y la inteligencia del estudiante.
7. Vida escolar. El énfasis combinado y equilibrado de culto, estudio, trabajo, recreación y relaciones será una característica del ambiente total de aprendizaje. La comunidad del campus estará impregnada de alegre espiritualidad, espíritu de cooperación y respeto por la diversidad de individuos y culturas.
8. Evaluación. La escuela, facultad o universidad adventista debe dar evidencias claras de que adhiere a la filosofía adventista de la educación. Tal evidencia se encuentra en el currículo escrito, en las actividades de enseñanza y aprendizaje, en el espíritu reinante en el campus y en el testimonio de estudiantes, graduandos, miembros, empleados y de la comunidad como un todo. La evaluación, ya sea de individuos o de la institución, es redentora por naturaleza y siempre busca el elevado ideal de Dios de excelencia.
Responsabilidad y resultados. La Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene el compromiso el proporcionar una amplia formación educacional y espiritual a sus niños, adolescentes y jóvenes dentro del contexto de una visión cristiana mundial. La iglesia extiende esa misma oportunidad a otros niños y jóvenes de la comunidad que compartan ideas y valores similares. La educación adventista busca mantener la excelencia académica en todas las actividades de enseñanza y aprendizaje.
1. Preescolar y primaria. Las responsabilidades y resultados que se esperan del sistema adventista para la enseñanza preescolar y primaria son:
a. Responsabilidades: El preescolar y la escuela primaria adventistas ofrecen a los estudiantes:
1) Un ambiente en el cual pueden comprender la voluntad de Dios, un compromiso de vida con Dios y experimentar la alegría de servir a otros.
2) Un programa organizado de tal manera que conduce al desarrollo espiritual, físico, mental, social y emocional.
3) Habilidades y conocimientos esenciales y básicos para el diario vivir y de acuerdo con la edad.
4) Una sana apreciación y respeto por el hogar, la iglesia, la escuela y la comunidad.
6. Disciplina. En la escuela cristiana la disciplina tiene como objetivo restaurar la imagen de Dios en cada estudiante, reconociendo la libertad de la voluntad y la actuación del Espíritu Santo. La disciplina, que no puede ser confundida con castigo, busca desarrollar el dominio propio. En la disciplina redentora participa la voluntad y la inteligencia del estudiante.
7. Vida escolar. El énfasis combinado y equilibrado de culto, estudio, trabajo, recreación y relaciones será una característica del ambiente total de aprendizaje. La comunidad del campus estará impregnada de alegre espiritualidad, espíritu de cooperación y respeto por la diversidad de individuos y culturas.
8. Evaluación. La escuela, facultad o universidad adventista debe dar evidencias claras de que adhiere a la filosofía adventista de la educación. Tal evidencia se encuentra en el currículo escrito, en las actividades de enseñanza y aprendizaje, en el espíritu reinante en el campus y en el testimonio de estudiantes, graduandos, miembros, empleados y de la comunidad como un todo. La evaluación, ya sea de individuos o de la institución, es redentora por naturaleza y siempre busca el elevado ideal de Dios de excelencia.
Responsabilidad y resultados. La Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene el compromiso el proporcionar una amplia formación educacional y espiritual a sus niños, adolescentes y jóvenes dentro del contexto de una visión cristiana mundial. La iglesia extiende esa misma oportunidad a otros niños y jóvenes de la comunidad que compartan ideas y valores similares. La educación adventista busca mantener la excelencia académica en todas las actividades de enseñanza y aprendizaje.
1. Preescolar y primaria. Las responsabilidades y resultados que se esperan del sistema adventista para la enseñanza preescolar y primaria son:
a. Responsabilidades: El preescolar y la escuela primaria adventistas ofrecen a los estudiantes:
1) Un ambiente en el cual pueden comprender la voluntad de Dios, un compromiso de vida con Dios y experimentar la alegría de servir a otros.
2) Un programa organizado de tal manera que conduce al desarrollo espiritual, físico, mental, social y emocional.
3) Habilidades y conocimientos esenciales y básicos para el diario vivir y de acuerdo con la edad.
4) Una sana apreciación y respeto por el hogar, la iglesia, la escuela y la comunidad.
b. Resultados esperados: Los alumnos que finalizan el curso primario en una escuela adventista deberían:
1) Haber tenido la oportunidad de comprometer su vida a Dios a través de la conversión, el bautismo, el servicio y el deseo de cumplir la voluntad de Dios en cada área del diario vivir.
1) Haber tenido la oportunidad de comprometer su vida a Dios a través de la conversión, el bautismo, el servicio y el deseo de cumplir la voluntad de Dios en cada área del diario vivir.
2) Demostrar capacidad de pensamiento, de comunicación y de habilidades en otras áreas académicas fundamentales para el curso de enseñanza media.
3) Mostrar habilidades interpersonales y de crecimiento emocional, necesarios para tener relaciones armónicas con sus colegas, familiares y con la comunidad.